A sunny Day {Andrew}

Las paredes de mi habitación definitivamente me estaban aburriendo cada vez más. Llevaba horas mirando al techo, tratando al menos poder dormir, pero nada. Tenía que relajarme un rato, alejarme de la universidad. No me daban nada de ganas de quedarme a hacer deberes o algo por el estilo. Aunque...realmente nunca los hacía pero que va.

Sin pensarlo dos veces, tomé las cosas necesarias y después tomé las llaves de mi motocicleta.Estaba algo cansada y el camino se me estaba haciendo algo largo, y el sol estaba alo molesto.Y es que no había dormido nada anoche, pues mamá me llamó en la madrugada, sólo para decirme que mi padre no había aparecido en dos días y que estaba muy preocupdo...¿acaso es mi problema? Últimamente, ya no peleaban conmigo, peleaban entre ellos. A mí ya me daba igual lo que sucediera con su matrimonio, pero ya me habían hartado las llamadas de mamá en busca de atención. Hasta ahora esperaba que mi madre hiciera uso de su inteligencia y del poco sentido común que tiene, para que por fin se diera cuenta que papá estaba acostandose con su secretaria. Y es que era tan fácil de notar, incluso yo lo notaba, y eso que ni siquiera vivía con ellos, pero yo no tenía planeado decirle nada, que se las arregle ella sola...aunque iba a pasar un buen tiempo antes de que se diera cuenta que papá le estaba poniendo los cuernos.

En cuanto llegué a la playa, acomodé mi motocicleta en el lugar vacío que encontré, y seguido de eso, tomé mis cosas. Miré alrededor, notando que algunos más de los universitarios habían decidido tener un buen día en la playa también. Noté algunos rostros familiares, pero decidí quedarme yo sola y poder tomar el sol un rato.

Extendí una toalla en la blanca arena y me recosté, esperando poder relajarme un poco. Se me antojaba surfear un rato, pero tenía que conseguir una tabla. Suspiré y me acomodé el flequillo.

Aceptó. Si. Había aceptado venir a la playa de manera casi inmediata, sin miramientos ni mucho menos detenerse a cuestionar que haría una vez al llegar.
Posiblemente muchos dirían que exageraba, pero podía jurar que había salido un leve gritillo de sus labios al momento en el que el característico tonito relajado salió de su celular. Su mirada pronto se ilumino, recordando que tanto amaba esa canción y de paso el tener amigos 'como él'. Bendita fuera su vida social.
Respondió de manera rápida al mensaje. Era una salida rápida e improvisada, por lo que quienes le invitaban dudaban sobre si tendría el día libre... ¡Pff! ¡Que va! Últimamente los días eran demasiado monótonos, pero aun así se limitó a contestar con un modesto "Claro, tendré que mover algún que otro asunto, pero ahí estaré (H)". Tenía una reputación que proteger, por supuesto.

Una vez respondido el mensaje una sonrisa algo tonta y distraída se plantó en su rostro. Si bien no era un zombie que se la pasaba encerrado en su habitación, era momento de divertirse un poco ¿Y qué mejor de la playa para eso? Se apresuró a preparar lo necesario. Bloqueador, traje de baño y todas esas cosas. Si, era alguien precavido cuando de diversión se trataba. En si, cualquier cosa que le interesaba la hacía bien. Lo que no... Simplemente no se molestaba en hacerlo, punto. Era una forma muy sencilla de vivir si se lo ponía a pensar.
Ahora estaba más que seguro que había sido buena idea aceptar. Vamos, no todos los días se descubría como se sentían las sardinas. Estaba siendo absurdamente positivo, tratando de pensar que las cosas mejorarían al llegar y que aquella mano que sentía se tratara de la linda rubia y no del chico gordo... Por favor, que sea de la linda rubia, que sea de la linda rubia.

Apenas llego se apresuró en bajar, junto con su pequeña maleta y una sombrilla que había tomado prestada. Le invitaron a unirse a una partida de voleibol. Negó con la cabeza, asegurando que sería después de tomar el sol, a lo que vinieron muchas burlas que el respondió con una linda seña en su mano, causando varias risas.
Turururum~ tarareaba sin más, buscando un lugar cómodo. Arena y uno que otro estudiante por ahí. Sin embargo, le pareció reconocer a cierta chica. Sin poder evitarlo una sonrisa de lado se planteo en su rostro.
Se acerco a paso lento, con los lentes de sol puestos. Coloco la toalla de color azul sobre la arena, justo al lado de la blanca, y adopto una pose casual, ladeada, de tal forma que observaba con claridad a la contraria.
-Hey lindura~ ¿Por que tan sola~?- Y como si estuviera ligando, con una sonrisa picarona y una mirada burlona le saludo. AH~ sería un buen día.