Look! I'm the sun ~ Andrew Lemmins

Encantador. Esa se trata de la primera palabra que le llega uno a la mente al momento de verle. Muy aparte de aquel aura fresca que emite, es muy carismático. Suelen llamarle "El consentido de Dios" debido a que no es raro compararle con un ángel.
Una piel clara, palida y que da la apariencia de ser suave. Sus ojos son de un intenso color azul cielo, con leves toques de marrón, algo muy extraño tratándose de colores tan contrarios. Sus pupilas la mayoría del tiempo se encuentra dilatada, de un color negro total que crea un contraste.
Sus delgados labios abren paso a la siempre confiada sonrisa, y esta alumbra su pálido y delicado rostro. Sus rasgos son finos, mas no demasiado, conservando aún algunos pocos desarrollados debido a la recién superada adolescencia. Esto, le da una apariencia dulce e infantil, además de inocente, lo cual no duda en usar a su favor cuando es necesario.
No es tan alto como para ser considerado un gigante, pero tampoco demasiado bajo como para ser un duende. Supera un poco, no por mucho, la estatura de un chico promedio. Es delgado, pero eso no impide que tenga uno que otro musculo bien marcado, todo gracias a su mania de estar siempre activo. Arriba la bella hiperactividad.

Encantador. Si, así es, de nuevo. Esa es la palabra que a uno se le viene a la mente al momento de conocerlo, su primera impresion. La primera impresión es siempre importante por supuesto. Es alegre, casi siempre esta sonriente y terriblemente carismático. La mayoría del tiempo se tendrá un tema del que hablar con él, además de que su facilidad para socializar le permite "innovarse" por lo que al momento de que te pregunten "¿Como es Andrew Lemmins?" podrás contestar de todo, menos aburrido.
Puede llegar a comportarse como el gran caballero ingles que no es, o inclusive pícaro y atrevido. Esta ultima faceta es la que mas le agrada.
Ah, un dato mas, alguien multi-facetico, depende de su estado de humor y de como le haya ido en el día el como te contestara y se comportara contigo. También depende mucho del ambienta, ya que sería ilógico comportarse de manera salvaje en alguna clase de la universidad.
Si algo lo caracteriza {y uno de sus mayores defectos} es ser un cabezota. Su cabeza es dura, muy muy dura. Cree en algo, no cambiara de opinión de ese "algo". Odia algo, no dejara de odiar ese algo. Ama algo, no dejara de amar ese algo. A él le gusta llamarlo "identidad" peor al verdad es que con esto no muestra nada mas que ser un niño algo crecido. Necedad.
Rebelde, en extremo. No le des ordenes, simplemente las romperá por el simple placer de hacerlo. Aunque lo que le hayas recomendado haya sido lo mas sensato y lo que el pensaba hacer, por el simple hecho de que se lo han dicho buscara una decisión diferente u otra manera de conseguir lo que busca. No le gusta no ser "original" y prefiere estar en contra de todo el mundo a ser igual a todas las lindas ovejitas del rebaño.
No es demasiado difícil hacerle molestar, pero tampoco demasiado fácil. De nuevo, todo depende de su humor y de la persona con la que se encuentre. No quieres ser su enemigo. Simplemente no vivirás en paz si llegas a joderle la vida a él o a alguien cercano. Otro dato: A pesar de ser social y tener muchos amigos "de fiesta" son pocas a las personas que el denomina "cercanas.
Sin limites, no sabe medirse. Si desea algo lo hará, ya que piensa que no le traerá nada mas que el llamado placer, una manera de pensar lo suficientemente torpe e inmadura. Todo esto le mete en problemas, ya que es extremadamente impulsivo y la mayoría {si no es que todas} de sus decisiones se basan en eso: En impulsos, corazonadas. Esto es para no arrepentirse luego. Es de las personas que prefieren mil veces antes actuar que pensar. Tal vez por eso es catalogado como "Rebelde" y no como "Inteligente" ya que en si, torpe no es. Vale, si, lo es y demasiado.
"Es mejor que me odien por lo que soy a que me amen por lo que no"

Peter Lemmins {Padre, contador} Su relación es algo/muy tensa. Es una de las razones por las que nunca va a casa, ya que siempre se terminan gritando. Su padre es recto, serio, frío y calculador, siempre pensando antes de actuar. Totalmente lo contrario a su hijo, por lo que sus opiniones siempre o casi siempre chocan entre si.

Caroline Lemmins {madre, contadora} Igual que su padre. Suele ser siempre reservada y sumisa frente a su padre, pero severa cuando se trata de hablar con su hijo. Recta y una obsesiva compulsiva con el orden. La misma situacion con su apdre, solo que con esta no llega a los insultos, no pasan de gritos.

Cuando nació, su vida ya estaba prácticamente planificada por sus padres, que no pensaban tener otro hijo/a. Nacer, estudiar, Ser contador, darles nietos y por ultimo morir. La vida de una persona totalmente normal y por lo tanto el patrón que la mayoría de los miembros de la familia Lemmins habían seguido.
Sin embargo, no cotaban con que su hijo fuera... así.
Desde pequeño fu una molestia. Gritaba, iba de aquí para haya, bailaba y causaba destrozos en la escuela a pesar de su corta edad.
Siempre con una actitud algo grosera.
Digamos que toda su vida hasta los 15 años se baso en castigos, regaños que nunca le entraban por la cabeza. Era muy listo y lo sigue siendo. Las matemáticas se le facilitaban al igual que la física y química. Los profesores no le odiaban por completo por el simple echo de que era "inteligente". Sin embargo a él no le gustaba serlo. Y todo ese talento lo aventaba a la basura con su rebeldía y su incapacidad de auto-corregirse.
Todo estallo un 16 de enero. Su cumpleaños numero 16 para ser mas exactos. Harto de aquella vida tan monotoma y de vivir en casa simplemente escapo de ella, se le hizo muy fácil, después de todo ya tenía 16 ¿No?
Regreso a la semana, despeinado y con una sonrisa en el rostro a pesar de tener varios moretones y ojeras en el rostro. El regaño fue épico, pero aún así el había descubierto un nuevo modo de vida. Uno muy divertido por cierto. Lo que hizo en esa semana se desconoce, pero perdió su virginidad eso es seguro.
Extrañamente, estudio para el examen de la universidad desde ahí. Todos pensaban que sería contador.
Oh, no, escogió la carrera de fotografía. Sus padres ya no le decían nada, solo lo veían con decepción tatuada ne el rostro. Logro pasar el examen y entrar también a la actuación, un mundo que le agrado bastante. Aquella expresión en el rostro de sus padre sigue hasta el momento y el se las arregla para pagar la universidad y seguir haciendo lo que le plazca.